El estado emocional y anímico de las personas no siempre es el mismo, en especial atando una se propone perder kilos. Hay días mucho mejores que otros, temporadas de gran fe en una misma, épocas de más desgaste físico y mental... Y cada uno de esos estados anímicos pueden influirte de alguna manera a la hora de cumplir con la dieta.
Existen dos etapas que se presentan en tu estado emocional a la hora de hacer una dieta, una, es la motivación, y la otra son las dudas. Conoce más de ello, y por sobretodo conoce la solución, en las siguientes líneas.
Las fases que te esperan emocionalmente cuando haces una Dieta
Motivación... al principio.
Cuando decides empezar una dieta sueles hacerlo con una voluntad de hierro y la frase “esta vez sí” se convierte en tu lema. Esta euforia se acentúa porque, en muchos casos y ya desde los primeros días, la báscula agradece — marcando algo menos — el cambio de hábitos ante la mesa.
Después... dudas.
Pasada la emoción inicial puede que pases por algunos días más “bajos” en los que necesites un poco más de energía para seguir avanzando.
¿La solución? Una meta diaria. Partiendo de un plan nutricional fácil y equilibrado tienes medio trabajo hecho. La otra mitad lo consigues marcándote un pequeño objetivo cada día. Elígelo tú misma, pero que sea alcanzable.
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